jueves, 14 de julio de 2011

La sorpresa

Gerard Clua es uno de esos actores a los que yo denomino cariñosamente como “Chas”.

“Chas” o lo que es lo mismo, lo que tardes en chascar los dedos, es lo que él tardará en adaptarse al personaje que tú le marques. Recuerdo la mañana que nos conocimos, la misma mañana en la que interpretaría las dos secuencias de presentación de su personaje “ABEL”.

Le bastaron unas específicas pautas sobre su personaje mientras tomábamos un café, para interpretarlo con la misma exactitud con la que yo lo había dibujado en mi mente.

Rapidez, determinación, profesionalidad y sobre todo ilusión, fueron las cualidades que me cautivaron de este actor.



Abel Pascual
Es como ese típico amigo que uno nunca sabe cómo ha estado siempre en la pandilla. Su carácter y forma de ser, poco tienen que ver con el resto de amigos. Nunca se entera de nada, manteniéndose en un estado permanente de apoyardamiento. Sus tratos abusivos con las drogas en el pasado le han convertido en una especie de Obelix moderno.

Vive con un pasado delictivo que intenta olvidar refugiado tras su pequeña madriguera, el sillón del salón. Baila continuamente para abandonar su mortal adicción sin llegar a conseguir hacer bien ninguna de las dos cosas.

Tras un suceso ocurrido a su alrededor, él siempre es el último en darse cuenta. Si no fuera porque en su pecho hay un corazón que no le cabe Eduardo habría prescindido de su extraña amistad.

En definitiva Abel, Es casi como uno de esos muebles que siempre está en tu casa y no encuentras el momento de deshacerte de el.

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