martes, 26 de julio de 2011

La escena de cama.



La primera vez siempre es la mejor, es la que queda grabada en la retina, de la que guardas el mayor recuerdo, la que marca tu manera de ver el amor. En definitiva, la que te hace subir un peldaño mas en la escalera de la vida.

Para Eddie, la primera vez no fue… Exactamente como lo esperado. Las prisas, el desconocimiento y precipitación fueron claves para que la experiencia vivida por Eddie no resultara muy gratificante. Al igual que a nosotros cuando fuimos agravarla.

Cuando llegó el momento, Laura Alcocer y Antonio Esquinas, se encontraban en uno de los momentos interpretativos mas altos de la tarde. Y evidentemente eso había que aprovecharlo.

Aquel 13/02/2011, tras mirar la habitación donde se grabaría y ver la cantidad de cosas que había que ocultar, mi mente empezó a pensar. ¿Cómo ocultar una habitación sucia y destrozada a los ojos del espectador durante el acto sexual? Había que pensar rápido, pues el tiempo apremiaba y ya se nos había echado encima la noche.



Rápidamente recordé haber visto una persiana tipo veneciana en la ventana del salón. Mi cuñado (Ismael Díaz, partícipe de muchos de mis rodajes) y yo fuimos a su encuentro. Tras arrancarla y colocarla frente a un foco, estratégicamente colocado para filtrar la luz a través de las varillas de la persiana, conseguimos dejar la habitación en penumbra. Pero eso para mí, no era suficiente. Tenía en la mente un efecto luminoso que quería conseguir a toda costa. ¿Cómo lo hicimos? Eso es algo que contaré en otra ocasión.

Tras dar el acción a la secuencia, todo fue una perfecta simbiosis entre los dos actores. Nos hartamos de carcajadas entre toma y toma al visionar todo lo grabado. Aún recuerdo lo que me costó mantener la cámara en foco y posición mientras Laura cabalgaba encima de mí y yo grababa su cara.

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